Desde que inicié esta aventura bloguera hace poquito tiempo, todo han sido satisfacciones. Personas maravillosas que con sus amables palabras me hacen sentir "importante", sentir que lo que digo interesa y se extiende, sentir que puedo poner mi granito de arena. Por otro lado, descubro mundos llenos de encanto, mágia, arte, humor y muchísimas reflexiones que ayudan a cultivarte como persona y a conocer a los demás un poquito más.
Ahora llega el pero. Comienza el curso escolar y mis tejidos empiezan ya a vibrar y preparar proyectos y actividades que, a pesar de que nos hayan bajado el sueldo, estan deseando salir a la luz. Por otro lado, mi niño y mi niña (ya no tan niño y niña) requieren mi tiempo para la preparación de sus clases escolares y extraescolares, tiempo que dedico con alegría y convencida de ello. Todo esto hace que no pueda dedicar a mi espacio el tiempo que quiero ni corresponder a los demás como es mi deseo. Por ello, hago un paréntesis en este lugar acogedor donde me encuentro a mi misma para dedicarme a mis hijos y a mi alumnado. La idea es volver, en cuanto mis circunstancias me permitan atender todo como a mi me gusta, correctamente y con el corazón.
Agradeceros a todos y a todas como me habéis hecho sentir, ese recibimiento que me habéis dado y la disposición que siempre he intuido en todo el mundo.
Muchos besos y abrazos. No es una despedida, es una pausa.
Ahora llega el pero. Comienza el curso escolar y mis tejidos empiezan ya a vibrar y preparar proyectos y actividades que, a pesar de que nos hayan bajado el sueldo, estan deseando salir a la luz. Por otro lado, mi niño y mi niña (ya no tan niño y niña) requieren mi tiempo para la preparación de sus clases escolares y extraescolares, tiempo que dedico con alegría y convencida de ello. Todo esto hace que no pueda dedicar a mi espacio el tiempo que quiero ni corresponder a los demás como es mi deseo. Por ello, hago un paréntesis en este lugar acogedor donde me encuentro a mi misma para dedicarme a mis hijos y a mi alumnado. La idea es volver, en cuanto mis circunstancias me permitan atender todo como a mi me gusta, correctamente y con el corazón.
Agradeceros a todos y a todas como me habéis hecho sentir, ese recibimiento que me habéis dado y la disposición que siempre he intuido en todo el mundo.
Muchos besos y abrazos. No es una despedida, es una pausa.